Debido a su proveniencia y por cuestionamientos bioéticos, en algunos países incluido Ecuador, el uso de estas células es muy restringido, limitando así las investigaciones. Al parecer fue esto que dio pié a lo comúnmente conocido como “reprogramación de células”.
Se trata de un método desarrollado inicialmente en Japón y Estados Unidos, consiste en introducir 4 genes (Oct4, Sox2, Klf4 y c-Myc) en una célula de la piel (célula adulta), esto provoca que la célula vuelva a un estado primitivo, obteniendo como resultado células funcionalmente iguales a las embrionarias, identificadas como “Células madre pluripotenciales inducidas”, por sus siglas en ingles iPS. Las mismas a futuro podrían reemplazar a las células madre embrionarias.
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